Emenegildo de la Rosa está convencido de que las tristes estadísticas que colocan a su natal San Juan de la Maguana dentro de las más pobres del país comenzarán a cambiar en un futuro no muy lejano. Nacido y criado en el “granero del sur”, como también es conocida esta tierra, es un conocedor de todas las vicisitudes, precariedades y problemas que a diario enfrentan sus habitantes para buscar el sustento.

“El impacto que ha tenido este proyecto es inmenso. Es solo cuestión de tiempo para que puedan variar los índices de pobreza que tenemos en la provincia” Emenegildo

Contrario a los paisanos que decidieron abandonar su terruño en busca de bienestar en otras latitudes, decidió quedarse y sobrevivir a las infames condiciones en las que tenía que vender sus productos, sobre todo el aguacate, del cual es no solamente productor, sino también presidente del clúster de productores de su provincia.

Con él conversamos sobre lo que está ocurriendo con la puesta en marcha del Plan para el Desarrollo Económico de San Juan (Plan San Juan), una acción de la presente gestión gubernamental que tiene el fin de diversificar la producción de maíz, arroz, habichuela y guandules. Estos rubros, de bajo valor en el mercado, ahora comparten mercado con cultivos de alto valor como uvas, aguacate, lechosa o tabaco, que pueden ser agroindustrializados y ofertados en el mercado internacional para generar más riqueza.

Estos rubros cuentan ya con mercados seguros en Nueva York y Miami y proyección para Europa. Además, se han negociado preventas para la producción de tamarindo y berenjena.

“El Plan San Juan ha venido a cambiar la matriz productiva de esta provincia. Una prueba de esto es que más de 300 mil tareas están sembradas de aguacate en todas sus variedades” Emenegildo

De la Rosa nos cuenta que, desde febrero de 2022, cuando el plan fue anunciado por el presidente de la República, se han hecho unas  ocho exportaciones de aguacate a Miami, un hecho histórico que duplica y triplica las ganancias de los productores y, por ende, mejora las condiciones de vida de sus empleados, generando desarrollo.

“El impacto que ha tenido este proyecto del señor presidente de la República es inmenso. Es solo cuestión de tiempo para que puedan variar los índices de pobreza que tenemos en la provincia. El Plan San Juan ha venido a cambiar la matriz productiva de esta provincia. Una prueba de esto es que más de 300 mil tareas están sembradas de aguacate en todas sus variedades. Además, se está sembrando batata, lechosa, entre otros rubros que no eran la costumbre por estas zonas, pero que eran necesarios para poder avanzar. No solo se está sembrando, sino que también se está exportando, beneficiando a cientos de familias que se involucran en estas tareas”, reconoce De La Rosa.

Explica que el Plan San Juan ha sido una verdadera bendición para la provincia, porque además de la asesoría y el acompañamiento para que la exportación sea una realidad, también se les ha ayudado a los productores, comprándoles la deuda que tenían con prestamistas informales para que puedan echar hacia adelante.

“Por primera vez vamos a sentir que hemos trabajado para no solo estar cansados sino para ver el fruto de nuestro esfuerzo” Luciano

Luciano Medina es un ejemplo de esto. Es propietario de una extensa finca de aguacate que ha visto crecer su empresa desde que el Plan ha entrado en funcionamiento. Lo entrevistamos en la procesadora, donde se prepara el producto, se higieniza, se pesa y clasifica y desde aquí va al muelle rumbo a los Estados Unidos, específicamente a Miami.

Con 12 años dedicados a la producción de aguacate, reconoce que hay un antes y un después de la llegada del Plan, pues no todos los productores estaban motivados a la siembra de este alimento. Una de las razones era el tema del agua. Por la experiencia que le ha dado los años, nos cuenta que cada año llueve menos, en ese sentido el Plan San Juan ha firmado un acuerdo con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) para poner en funcionamiento un sistema de riego presurizado para que sus cultivos no dependan solo de la lluvia, sino que tengan el agua necesaria para la producción.

“Antes de la llegada de este gobierno, nosotros en San Juan nos sentíamos abandonados por los gobiernos que pasaban. Muy pocas obras o programas se dieron para nuestro beneficio. Por primera vez vamos a sentir que hemos trabajado para no solo estar cansados sino para ver el fruto de nuestro esfuerzo”, asegura con entusiasmo.

La lechosa dominicana en Miami

Otro productor que no puede esconder su felicidad con esto que está pasando en San Juan es José Ramón Jiménez. Entre otros rubros, está sembrando lechosa. Dentro de sus tierras tiene su propia planta para preparar el producto y poder cumplir con los estándares internacionales que exige exportar a los Estados Unidos. Su lechosa ya ha viajado a Miami y ha sido bien recibida por los exigentes consumidores.

“Con el Plan San Juan, en apenas y año y medio de su implementación, ya ha visto duplicar sus ganancias” José

Nos recibió en su enorme plantación y allí conversamos sobre este proceso de siembra y exportación que le tiene muy entusiasmado, no solo por las generosas ganancias que está obteniendo, sino también por el desarrollo y el empleo que puede dar a sus vecinos, la mayoría jóvenes que no tenían dónde ganarse el pan de cada día.

Al igual que muchos de sus colegas, también se dedicaba a sembrar arroz, un producto que, en el mejor de los casos, cuando todo salía bien y las inclemencias del clima no le hacían una mala jugada, podía ganarse unos pocos miles de pesos que no alcanzaban para llamarle rentable a su ardua labor. Con el Plan San Juan, en apenas y año y medio de su implementación, ya ha visto duplicar sus ganancias. Cada día es un aprendizaje nuevo, diferente. En la actualidad, posee unas 160 tareas sembradas de esta fruta tropical que con su equipo de trabajo cuidan y miman con esmero.

“El apoyo que Plan San Juan le ha dado a la producción agrícola ha sido extraordinario. Me siento satisfecho por este soporte que nos ha dado el presidente Luis Abinader. Me siento más tranquilo porque tengo menos responsabilidad con la banca informal, no tengo que tomar dinero a altas tasas de interés porque el plan tiene tasas muy bajas que nos permiten trabajar con tranquilidad”, asegura.

Bajo índice de desarrollo

San Juan de la Maguana, a pesar de ser conocida como una provincia bendecida por su tierra fértil y con vocación agrícola, no ha podido endosar esta dicha en el bienestar ni en el bolsillo de su gente. Estimaciones del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, dicen que el 69 % de la población de esta provincia vive en condiciones de vida bajas o muy bajas frente al 36 % que se registra a escala nacional. De igual modo, ocupa la posición 27 de 32 en el índice de desarrollo humano (IDH) de las provincias dominicanas que su población suele emigrar en busca de mejores oportunidades. La esperanza está puesta en que con todo lo que el plan contempla para esta provincia, estos números comiencen a mejorar y que se traduzca en bienestar para todos los habitantes de esta tierra de Dios.

“Me siento más tranquilo porque tengo menos responsabilidad con la banca informal, no tengo que tomar dinero a altas tasas de interés porque el plan tiene tasas muy bajas que nos permiten trabajar con tranquilidad”

Ricardo Pichardo
Sobre el autor

Ricardo Pichardo

Periodista, locutor y profesor de Relaciones Públicas. Pintar con palabras cualquier realidad es una pasión para mí, por eso, contar historias de cambio, es un ejercicio que asumo con entusiasmo. Estoy comprometido con el desarrollo y bienestar de mi entorno.

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