La filosofía del nuevo Hospital Municipal de Boca Chica es ofrecer salud preventiva a los comunitarios y darles un trato humanizado.
A tan solo 33 kilómetros de la ciudad de Santo Domingo se encuentra el municipio de Boca Chica, una localidad reconocida mundialmente por ser uno de los principales atractivos turísticos de la República Dominicana.Pero en este paradisiaco lugar, que cuenta con más de 260 mil habitantes y ofrece la playa más cercana a Santo Domingo, paradójicamente, el tema de la salud en cuanto a los servicios básicos era precario, puesto que esta comunidad durante varias décadas adoleció de un centro hospitalario que cubriera las demandas y necesidades de sus habitantes.
Allí vive Martha, con su esposo, sus tres hijos, su madre y una hermana. Es una emprendedora que se gana la vida endulzando el paladar de las personas con sus bizcochos artesanales. Al llegar a sus cuarenta años, por instrucciones de su ginecóloga, le correspondía realizarse su primera mamografía preventiva, mas no lo había hecho porque debía trasladarse a Santo Domingo, ya que su comunidad no disponía del equipo para hacerla.
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud reportó que en 2020 más de 2.2 millones de mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama y que su detección temprana es vital para vencerlo, las pacientes de Boca Chica debían postergar la realización de su mamografía por falta de equipo. Para poder tener este estudio debían trasladarse, muchas veces dejando sus hijos al cuidado de alguien más, y disponer de recursos para pasaje y alimentación durante la visita a la capital.
Finalmente, esta realidad cambió, dando un giro de 180°, cuando en diciembre 2020 el gobierno actual concluyó y entregó la obra, que por más de una década estuvo construida en un 50 %, para garantizarles los servicios de salud que en la actualidad reciben los pacientes, con el personal capacitado requerido, así como infraestructura y equipamiento adecuados para su bienestar.
La puesta en marcha de esta obra significa un ahorro en tiempo y dinero para los moradores del municipio y sus alrededores, quienes no tendrán que trasladarse a Santo Domingo u otras provincias aledañas para buscar especialidades médicas o realizarse exámenes clínicos.
“La vida de los comunitarios de Boca Chica dio un giro, ya que no tienen que desplazarse al Darío Contreras o ir a otros hospitales de Santo Domingo o San Pedro de Macorís porque ya cuentan con un centro que tiene todos los recursos necesarios para dar asistencia a todos los usuarios.” dijo María Cristina García, quien se desempeña como asistente administrativa del hospital.
Mientras Martha contaba sobre su experiencia y lo segura que se siente con este hospital, sus ojos reflejaban la tranquilidad de una paciente complacida que ya no tiene que trasladarse a la ciudad, pagando pasajes para sus chequeos rutinarios.
“Uno no tenía que trasladarse a un dispensario, pagar una consulta por otro lado o dirigirse a la ciudad. Cuando me hice ese estudio no sabía qué iba a encontrar. No te lo puedo negar, cuando me llegaron esos resultados a mi teléfono me dieron muchos nervios, no paraba de reírme, lo abría y cerraba, pero no lo pude ver, sentía una inseguridad de que pudieran encontrarme algo, porque era la primera vez que me realizaba unos estudios así. Pero cuando la doctora abrió esos resultados y me dijo que todo estaba bien, yo solo respiré, sentí mucho alivio” comenta una Martha sana.
De igual forma, muestra la satisfacción y alegría al acudir con su familia a un lugar confortable, sin miedo de no poder realizarse un chequeo médico con la garantía de un servicio de calidad.
“A mis hijos es aquí donde los traigo, tienen sus médicos de cabecera y me da mucha calma, además de que vivo cerca. Me siento muy feliz con el servicio y los doctores, esto ha sido un antes y después en nuestras vidas. Yo trato de ser la vocera con todos mis vecinos y les recomiendo este hospital, no solamente por los beneficios sino más bien con la calidad humana que tienen cada uno de los médicos” expone Martha.
La tranquilidad de Martha Matos es el producto de una gestión pensada en humanizar el trato a los pacientes, ofreciéndoles el apoyo médico y emocional que necesitan. Tanto ella como su familia han podido beneficiarse de la unidad de Imágenes Diagnósticas de este hospital, que los comunitario esperaban con ansias desde hace más de una década.
“Mi esposo tuvo un accidente por la autopista y aquí fue que lo trajeron, me encanto como lo atendieron, la parte humanitaria, el doctor que lo atendió. Traje a mi hija a una consulta, le encontraron un problema hormonal y me gustó, porque la doctora profundizó en el tema, ella no solamente me dio el problema físico, se fue más adentro y con el tiempo le ayudaron a estabilizarse” concluye.
Un dato importante, es que en este hospital todos los servicios están incluidos, desde cirugías, partos y cesáreas. En cuanto a los medicamentos, los pacientes, asegurados o no, solamente tienen que pasar por el área correspondiente a retirarlos y el centro lleva un control con una facturación de lo invertido y lo que el paciente está consumiendo.
Según explicó el director, el servicio basado en el trato humano es el valor agregado de este nuevo hospital. “Si algún paciente viene desorientado, en emergencia contamos con personas encargadas para que los puedan asistir. El Senasa nos ha dado el apoyo con su programa para los pacientes que sufren de diabetes, hemos podido suministrarle sus aparatos de medir la azúcar para que tengan un control de su glicemia. Le llevamos a cada paciente estos aparatos para que den seguimiento a su condición desde sus casas”.
A esto se suma el seguimiento, acompañamiento y apoyo a los pacientes envejecientes o con ciertas limitaciones, a los que le suministran pañales desechables, vitaminas, camas, entre otros.
Sobre el trato con la gente, la señora Milqueya Mateo da fe y testimonio de que el trato con a los pacientes y usuarios del hospital es primordial y de destaca en cada una de las áreas.
“Yo tengo a mi hermano interno en este hospital. A él lo trajeron aquí porque se puso malo en Puerto Plata, cuando llegaron lo atendieron muy bien, le han dado un buen trato y a mí también, gracias a Dios me siento bien con lo que ellos han podido hacer y no nos podemos quejar. Algo que me gusta es que el servicio de los alimentos siempre está a tiempo, por igual los medicamentos. Si solicito cualquier ayuda de las doctoras vienen de una vez. No puedo dejar de mencionar la higiene de todo el hospital, todos los días recibimos aquí las tres comidas y es excelente, son bastantes delicadas las cocineras y excelentes personas. No tengo quejas, hasta los porteros me tratan bien” dijo Milqueya Mateo.
Isidro Rodríguez, tiene más de 25 años siendo camillero y resalta la labor humanitaria que se realiza en este centro hospitalario que apuesta a la medicina humana. “Tengo mucha costumbre de querer ayudar a las personas, Dios me trajo aquí con un propósito. Yo amo mi trabajo por eso todavía no me he jubilado, cuando los pacientes me ven se sienten bien porque siempre les doy un trato afable y con mi forma jocosa siempre les saco alguna que otra sonrisa” manifestó Isidro.
El impacto del hospital en la comunidad
Antes de la entrega de este centro de salud la única opción que los munícipes tenían para tratar sus quebrantos era el antiguo policlínico que todos conocían como el “hospital” o “la maternidad” de Andrés Boca Chica, a pesar de que a nivel de infraestructura, equipos y personal no lo era.
El nuevo director es el doctor Rafael Camilo Mejía, quien fue designado recientemente por la actual gestión de gobierno. “Este hospital viene a solucionar un problema en la comunidad, ya que Boca Chica se necesitaba este nivel de atención. Contamos con 141 habitaciones, personal médico, así como también los equipos médicos y los laboratorios. Tenemos todo lo que debe tener un hospital de segundo nivel. Además, de que hemos creado un programa de prevención y tratamiento sobre cáncer de mama, enfermedades de transmisión sexual, atenciones médicas, y una amplia sala de nebulización donde atendemos de 30 a 40 pacientes diario. Así mismo, tenemos la sala de Rayos X, Mamografía, internamiento y cuidado prenatal con incubadoras” informó Rafael Camilo Mejía.
También añadió, que un hospital de segundo nivel tiene varias responsabilidades, una de ellas es dar atención materna e infantil, puesto que si llega una joven embarazada se le da su seguimiento hasta tener un parto completo. Además, de darle seguimiento tanto a ella como al bebe por parte de los médicos.
Dijo que dicho programa entra en función cuando el paciente no aparece para su chequeo rutinario “la metodología que nosotros realizamos es buscar a esa paciente e identificarla y que pueda tener acceso a todo lo necesario” explica Rafael Camilo Mejía.