La nueva gestión del Hospital Municipal de Boca Chica ha creado el Club de Donantes de Sangre, generando hermandad y conciencia entre los comunitarios
La noche del domingo 6 de febrero marcó un antes y un después en la vida de Armando Rafael Rosa, quien luego de llegar del trabajo se dispuso a comprar la cena de ese día, trasladándose en su motor hacía un colmado donde minutos después fue víctima de un asalto que casi le cuesta la vida.
En un intento de quitarle un motor marca Suzuki, Armando, quien reside en el municipio de Boca Chica, recibió cuatro impactos de balas que perforaron sus intestinos y afectaron el área de sus testículos. Debido a este episodio perdió mucha sangre y tuvo que ser ingresado al nuevo Hospital Municipal de Boca Chica donde recibió los primeros auxilios y fue intervenido quirúrgicamente recibiendo más de 70 grapas quirúrgicas para cerrar sus heridas.
“Si la sangre no hubiese estado en el hospital, no vivo para contarlo”
Con un nudo en su garganta y lágrimas en sus ojos, el joven de 21 años recuerda que “ese día, luego de llegar de mi trabajo sentí hambre, tomé mi motor y salí a comprar la cena al colmado. En el trayecto, de repente dos individuos que andaban en la calle se aparecieron de la nada e intentaron quitarme el motor a lo que yo me resistí y por eso me dispararon y se dieron a la huida”.
Debido a la gran pérdida de sangre el cuadro clínico de Armando era muy delicado, producto de las graves heridas, que obligaron a administrarle cuatro pintas. Esta transfusión fue vital para evitar su deceso y fueron posibles gracias a la creación del “Club de Donantes de Sangre” una iniciativa que implementó, recientemente, la actual gestión del Hospital Municipal de Boca Chica, encabezada por su director, el doctor Rafael Camilo García.
“Yo perdí mucha sangre y me tuvieron que hacer una transfusión. Allá mismo me pusieron la sangre y me atendieron excelentemente bien, si no hubiese estado la sangre en el hospital no vivo para contarlo. De verdad, yo me siento muy orgulloso de que ellos me salvaron la vida, porque pude haber muerto, pero los médicos hicieron un gran trabajo atendiendo mi caso” relató Armando con su voz entrecortada.
Un detalle importante que relata la familia de Armando es que el antiguo hospital, ubicado en la comunidad de Andrés Boca Chica y que era conocido por los lugareños como la Maternidad del Seguro Social, no contaba con un banco o reservorio de sangre para suplir y atender los diferentes casos médicos que se suscitaban en la zona.
¿Cómo surge el Club de Donantes?
Esta idea surgió como una iniciativa del doctor Rafael Camilo García, quien, al escuchar las quejas de los pacientes por la falta de sangre para poder realizarse algunos procedimientos médicos, más la incomodidad que tenían para encontrar sangre, decidió formar el Club de Donantes Voluntarios para obtener y almacenar bolsas de sangre en las neveras del mismo hospital.
“La idea de crear un Club de Donantes fue para cubrir las necesidades de los pacientes del hospital, quienes tenían que desplazarse hacia otros puntos del país en busca de la sangre. Además, nuestros médicos antes de hacer cualquier proceso quirúrgico nos llamaban para preguntar si el paciente tenía sangre depositada en las neveras y la respuesta siempre era que no la habían depositado. Es por esto, que el director de este centro lo armó e incluso las primeras muestras que tomamos fueron de los mismos empleados y de los pacientes del hospital” explicó Maricela Brioso, quien es bioanalista y encargada del Club de Donantes del Hospital Municipal de Boca Chica.
Maricela también reveló que el primer donante del club fue el doctor Emmanuel Castillo Disla, quien es el coordinador de ginecología del hospital y su sangre fue utilizada para una paciente que iba a dar a luz por cesárea y no tenía un candidato para donar.
“Yo trabajaba en el hospital viejo y era muy difícil, porque todo el que llegaba con una herida o que había que operarlo lo mandábamos a Santo Domingo u otro lugar, porque no contábamos con este servicio, pero desde comenzamos con el Club de Donantes todo los casos que podemos se resuelven aquí mismo, incluso el paciente no tiene que esperar que la sangre se busque en la ciudad, sino que si la tenemos se le responde aunque sea con una unidad, siempre y cuando la tengamos aquí, en lo que se repone esa pinta de sangre” agregó Brioso.
También aclaró que “es importante explicar que nosotros no contamos con un Banco de Sangre, sino que tenemos un Reservorio de Sangre, ya que nuestro trabajo es recolectar las muestras en nuestros laboratorios, para luego nosotros enviarlas a evaluar al Hemocentro o al Hospital Darío Contreras, que son los lugares donde la enviamos para hacer el tamizaje, que es el proceso para identificar a aquellos individuos que tienen alguna patología, pero que todavía no presentan síntomas”.
Actualmente, el Club de donantes cuenta con un grupo de WhatsApp que tiene agregados a 219 donantes voluntarios de la comunidad, que son las personas a quienes ellos recurren, generalmente, cuando requieren algún tipo de sangre en específico.
“Cuando un médico le va a practicar una cirugía a un paciente, se le pide una o dos unidades de sangre al paciente, dependiendo sus necesidades. Entonces, cuando el paciente trae a su donante, nosotros debemos tener unidades disponibles para prestárselas al paciente, mientras la sangre que extraemos de su donante pueda ser evaluada y procesada. Nuestra idea es suplir, ya que no todos tienen donantes” refiere Brioso.
Nos comenta que, en caso de no contar con la sangre, también sirven de intermediarios, solicitando a los hospitales grandes que presten la sangre para esos pacientes, hasta tanto les repongan la pinta. Otro dato interesante es que no solamente los de Club de Donantes pueden donar, también todos los familiares de los pacientes que están ingresados en el centro, si así lo desean.
Brioso manifiesta que se siente muy complacida al realizar esta labor, ya que con esto ayuda al paciente a “no coger lucha yendo para la capital para buscar una unidad de sangre”. A esto se suma la gestión de la sangre que realizan para beneficiar a personas que no cuentan con recursos.
“Aquí antes conseguir una pinta de sangre era un lío, ya que había que salir a zancajear en muchos sitios. Cuando uno necesitaba la sangre había que ir a la capital porque en Bocha Chica no había, pero gracias a este “Club de Donantes de Sangre” esto nos ha facilitado la vida a todos los comunitarios, pues no tuvimos que pagar ni un peso para usar esta sangre y todos los servicios fueron cubierto por el hospital, por lo que no tengo quejas y primero doy gracias a Dios y después lo médicos por el buen trato y servicio que nos dieron”, comentó Ramona Emiliana Tejada, la abuela de Armando, a quien llaman Aracelis.
El Club de Sangre está conformado por un comité presidido por José Altagracia Castro y, desde su creación a la fecha más de 45 personas se han beneficiado con este servicio.
“Si alguien quiere donar solo debe venir aquí al hospital y nosotros nos encargamos de evaluar su sangre para ver si cumplen con los requerimientos de lugar y si tiene las condiciones lo incluimos, pero si nos damos cuenta que un donante vino porque alguien le está pagando, o por hacer negocios, lo descartamos automáticamente” concluyó Maricela Brioso.