La sensación de angustia y temor invadía a los moradores del sector Los Negros y Proyecto 2 C, cada vez que pensaban en un posible desalojo de sus terrenos y casas. Pasaron casi cuatro décadas para que ellos pudieran ver el sueño de “La casa propia” hecho realidad.

Pero luego de la larga espera, en marzo de este año, la vida de los comunitarios de estos dos sectores ubicados en el municipio de Sabana Yegua de Azua les cambió para siempre, cuando el Gobierno del Cambio realizó la entrega de 1,507 títulos de propiedad que benefició a la misma cantidad de familias.

Con este título, estas familias no solo tienen un techo digno y seguro, sino que esto le trajo consigo la oportunidad de acceder a préstamos y líneas de crédito tanto de la banca comercial como del Banco Agrícola con la finalidad de emprender, continuar con la agricultura o de realizar cualquier tipo de negocios.

Una de las beneficiarias es Genoveva Méndez, quien es una agricultora y una de las moradoras con más tiempo viviendo en la zona. Ella relata que siempre tuvo el temor de ser desalojada del hogar donde crio a sus hijos cultivando rubros, tales como plátanos, yuca, maíz y tomate para llevar el sustento necesario para alimentar a su familia y sacarla hacia adelante.

Yo tengo 37 años viviendo en el Proyecto 2C y sembrada de todo para poder sostenerme. A los 28 años empecé a trabajar la tierra y todo lo que es relacionado con la agricultura en esta comunidad.  Hoy doy gracias a Dios porque al fin somos propietarios de esta hermosa casa con un título definitivo que nos acredita como dueños” expresa Genoveva, quien manifestó que llegó a vivir en la propiedad porque el padre de sus hijos es agrónomo y este sector fue construido por el Instituto Agrario Dominicano (IAD) para los trabajadores de la agronomía de la época.

Genoveva, quien actualmente se encuentra fuera de la agricultura por problemas de salud en su columna, explica que vive de vender ropa, zapatos y tenis y con orgullo mostró el tan anhelado título de propiedad que ahora la hace descansar sin temor alguno en la habitación de su hogar.

La sensación era de miedo todo el tiempo, porque pensaba que en cualquier momento llegaría alguien que nos iba a desalojar, pero el futuro de ahora es diferente, mi corazón y mi alma están tranquilos porque ya sé que esta casa es mía, y ya no tenemos esa preocupación de que alguien va a llegar a la puerta y me va a sacar de aquí. Doy gracias a Dios que nos entregaron la titulación en nuestras manos, además de que ahora mis hijos van a heredar esta propiedad. Eso es una bendición de Dios” expresó Genoveva mientras sostenía con alegría su título de propiedad.

A pocos metros de la casa de Genoveva vive doña María Antonia Méndez, quien llegó al lugar en el año 1968 y trabajó como conserje en la Escuela Jesús Maestro del mismo sector. En la misma puerta de su casa, doña María confesó que hoy día puede dormir un sueño profundo y completo porque tiene sus manos su título de propiedad.

Había personas que nos amenazaban para sacarnos, pero yo me siento muy contenta. Ese día cuando me dieron el título llamé de una vez a mi sobrino y él me dijo tía ya se acabaron las amenazas, ya usted dormirá su sueño tranquilo. Y yo estaba loca por abrazar al presidente darle las gracias, si me hubieran dejado abrazarlo, se me hubieran quitado algunos años de encima” dijo de manera jocosa doña María Antonia.

El matrimonio compuesto por Nicolasa Morillo de Valenzuela y Porfirio Vida Valenzuela es otra de las familias beneficiadas. Esta pareja emigró del municipio de Guayabal de Padres las Casas a la comunidad de Los Negros en el año 1972. En ese entonces, por el gobierno de Balaguer fueron incorporados en el programa de “Finca Escuela” donde recibieron un entrenamiento para cultivar la tierra y les hicieron la entrega de una casa y un terreno para incentivarlos a la agricultura, convirtiéndose así en agricultores o parceleros como se les conoce en el argot popular.

“El doctor Balaguer convirtió esto en una zona agrícola. Construyeron y nos dieron una casa con cinco tareas de tierras adicionales para sembrar lo que uno quisiera y luego nos dieron 60 tareas para cultivar en estos terrenos con fines comerciales. En Finca Escuela nos enseñaron lo básico sobre el cultivo de la tierra y salimos entrenados como parceleros. Allí aprendimos a sembrar plantas, tales como el Sorgo y aprendimos sobre el abono y el regadío de la tierra” expuso Porfirio Valenzuela.

Mientras que su esposa, doña Nicolasa puntualizó que “hacia mucho que no venía un presidente a esta zona y nosotros nos sentimos muy felices. No creíamos que el presidente venía a darnos los títulos. Cuando dijeron que iban a dar títulos definitivos todos nos pusimos en espera porque cuando un gobierno ofrece algo a los campesinos uno se emociona mucho. Esta entrega de títulos nos ha cambiado la vida, estamos lleno de felicidad porque esto ha sido bueno para los parceleros de la zona”.

Otro agricultor beneficiado fue Pascual Méndez, quien tiene más de 50 años viviendo en Los Negros. “Me sentía triste porque no tenía el título de mi tierra y ni de mi casa. Siento una felicidad porque tengo que ahora una propiedad y una tierra para dejarle a mis hijos. Yo no me sentía bien porque no tenía crédito en ningún banco y todos los recursos que usaba eran de mi bolsillo, pero ahora puedo tener ayuda del gobierno a través del Banco Agrícola para acceder a préstamos para seguir trabajando y haciendo mis cosechas. Por eso estoy muy alegre” asevera Pascual Méndez con un corazón agradecido y mostrando a la vez su título como símbolo de orgullo.

Finalmente, Héctor Lois, un dirigente comunitario que ayudo en este proceso, dijo sentirse complacido al ver a sus vecinos con sus títulos de propiedad. “Me siento muy bien por mis vecinos, ellos están muy contentos con un título porque pueden hacer cualquier tipo de negocios.  Hoy mis vecinos y amigos pueden dormir tranquilos” agregó Héctor.

El proceso de entrega

Los títulos de propiedad son entregas por la Unidad Técnica Ejecutora de Titulación de Terrenos del Estado tras realizar un levantamiento de informaciones y evaluaciones técnicas de lugar.

“El proceso de la titulación dura aproximadamente tres meses. Nosotros vamos a las parcelas con las que vamos a trabajar y realizamos una investigación y verificamos que los terrenos no sean privados sino del Estado. Una vez tenemos ese dato, hacemos un levantamiento y procedemos a medir las tierras y realizamos un censo casa por casa e indagamos si la persona que vive en la propiedad es el dueño o si tiene documentos y demás. Ya luego, viene el proceso legal para las firmas. Si hay inconvenientes legales se les revuelve y todo este proceso es completamente gratuito”

Explicó Sonnis Báez Melo, quien es el asistente del subdirector Regional Sur de la Unidad Técnica Ejecutora de Titulación de Terrenos del Estado.

Hay personas que tienen años viviendo en una propiedad sin título, y puede aparecer cualquier persona y desalojarlo diciendo que eso terreno le pertenece. Pero cuando tienes tu título estas seguro el futuro tuyo y de tu familia” enfatizó Sonnis.

Orlando Jerez
Sobre el autor

Orlando Jerez

Periodista por elección. Me encanta entablar diálogos con las personas y contar sus historias. Me considero la alegría hecha gente.

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