Tras dos décadas sumidos en la oscuridad, los habitantes de esta comunidad comienzan a comprar electrodomésticos y hacer negocios.
La noticia de que en Gajo Largo había llegado la luz corrió rápidamente y se esparció por todas las comunidades aledañas, tanto así, que hasta Facebook se hizo eco del acontecimiento de una comunidad que durante décadas demandó los servicios e instalaciones de fuentes de energía eléctrica.
Los lugareños de esta comunidad, ubicada en las inmediaciones de San Juan de la Maguana, debían desplazarse hasta dos kilómetros hacia las afueras del pueblo para beber agua fría o cargar sus teléfonos móviles.
Miladis Ramírez, quien tiene 14 años viviendo en esta comunidad, con dos hijos y casada con Carlos Santana relata que “la situación para nosotros era difícil porque para lavarle a los niños la ropa era a mano, para tomar agua fría teníamos que caminar hasta dos kilómetros y en busca de un hielo que muchas veces no encontrábamos, y ahí teníamos que volver para atrás con calor y sin agua fría” explica Miladis, quien afirma que ahora se siente feliz de la vida porque hace mucho que estaba esperando por esta obra.
Al Gajo, como se refieren los vecinos del lugar, no solo llegó la luz, sino que este hecho trajo consigo la hermandad de una comunidad que vivió durante muchos años entre la oscuridad y la incertidumbre.
Sobre esto Miladis dice “mi esposo hace mucho quería comprar una máquina de soldar hierros y como ya tenemos la luz él se la compró, y ahora cuando un vecino se le rompe un arado mi esposo se lo suelda. Yo también me compré mi neverita y le doy gracias a Dios porque ahora me puedo beber mi “chin” de agua fría”.
Carlos Santana, quien es agricultor y esposo de Miladis, comenta al respecto que “la agricultura no me está dejando mucho y yo estoy aprendiendo la herrería con otro vecino para ganarme el moro diario. Ya tengo cincos meses en eso y ya me defiendo y como herrero puedo tener más trabajo. Por eso, el que haya llegado la luz a Gajo Largo ha sido muy bien para mí y para la comunidad, porque si se rompe un arado de un vecino, no hay necesidad de llevarlo a un taller lejos, si no que me buscan a mí y yo se lo puedo soldar y nos beneficiamos ambos”.
La alegría también invade el corazón de Rosalía Mora, una lugareña que vive a pocos metros de la entrada de Gajo Largo y quien desde su casa ofrece al público la venta de hielo, dulces típicos, arepa y un exhibidor de madera que cuenta con misceláneos desde ropa interior, cremas, jabones entre otras cosas, para así abastecer las necesidades básicas de sus vecinos.
Rosalía también resalta que los comunitarios gastaban entre 35 a 70 semanales para poder tomar agua fría diariamente.
“Yo me alegro mucho porque esa comunidad tenía muchos años esperando por ese proceso de la luz y gracias a Dios lo lograron. Mientras tanto yo les vendía el hielo a cinco pesos. Pero cuando no había hielo tenían que beberse el agua caliente” manifiesta Rosalía.
Ver televisión se ha convertido en un acto de hermandad entre los comunitarios de Gajo Largo. Las casas de los vecinos que tienen televisores se han convertido en el refugio del entretenimiento de quienes no lo tienen.
“Yo soy orgullosamente liceísta y cuando se celebró la Serie del Caribe fue algo impactante y grandioso para mí, porque, aunque no tengo televisor iba a la casa de algún vecino y podía ver jugar a mi equipo favorito cerca de mi casa, y ya no tenía que irme a ver el juego lejos en otro lugar. Poder tener la energía eléctrica es algo satisfactorio para mí” expresa Juan Carlos Herrera, quien de dedica al cultivo de la tierra.
Luz las 24 horas del día
Los trabajos de instalaciones de postes y el tendido eléctrico se iniciaron el pasado mes de octubre por las actuales autoridades de Edesur, beneficiando con estos servicios alrededor de 15 familias, las cuales están recibiendo energía eléctrica de alta calidad las 24 horas del día.
“Aquí tenemos unos 700 metros de líneas e instalamos 15 postes y un transformador.
Con eso resolvimos una gran necesidad. Para mí es de mucha satisfacción escuchar a las personas de lo bien que se sienten, como se sonríen, como nos abrazan cuando nos ven porque les ayudamos a traer este servicio a la comunidad” expresa Rubén Zabala, quien es gerente Operativo de Edesur en San Juan de la Maguana.
Dijo que cuentan con un equipo de trabajo que se encarga de dar seguimiento a cualquier problema o avería. “Hasta ahora el servicio ha sido óptimo y no se ha presentado ningún inconveniente, pero en caso de que ocurra cualquier cosa, estamos en condiciones para darle respuesta inmediata al problema” añadió Rubén, quien también expuso que en los postes de luz se instalaron lámparas con luces LED para alumbrar, puesto que la comunidad adolecía de iluminación en sus caminos vecinales.
“Aunque yo vivo en la comunidad el Guanal de la sección La Jagua, yo me siento tan conforme con el triunfo de Gajo Largo, porque nací en esta misma comunidad y ellos vivían una situación muy difícil sin electricidad en sus casas. Es por eso, que me empoderé de su caso y serví de enlace entre la comunidad y las autoridades para que se resolviera este problema” concluye Fernelis Manzueta, quien es líder y dirigente comunitario.